Han transcurrido más de dos años desde el lanzamiento de ChatGPT por parte de OpenAI, que dio comienzo a la actual revolución de la inteligencia artificial. Sin embargo, la empresa dirigida por Sam Altman parece tener ambiciones más amplias: ahora se enfoca en el ámbito de las redes sociales, según reporta The Verge.
Se habla de una red social creada por OpenAI. Según fuentes de este prestigioso medio tecnológico, la compañía estaría desarrollando una plataforma similar a X, la red social anteriormente conocida como Twitter, que fue comprada por Elon Musk a finales de 2022. Hasta el momento, la empresa no ha realizado declaraciones al respecto.
Personas que pidieron permanecer en el anonimato mencionan que el proyecto se halla en una etapa muy inicial. Aunque hay pocos detalles disponibles, se ha mencionado la existencia de un prototipo interno que incluye un feed característico de redes sociales y características de generación de imágenes a través de ChatGPT.
La información mencionada suscita interrogantes como si, en el caso de que la empresa opte por lanzar su propia red social, esta sería parte de ChatGPT, posiblemente integrada en la misma aplicación, o si se configuraría como una plataforma independiente, utilizando algunas funciones de inteligencia artificial del chatbot.
Con respecto a X, su competencia más significativa, la conexión con xAI se ha profundizado considerablemente. Los usuarios pueden interactuar con Grok, el chatbot interno, que no solo entabla diálogos, sino que también produce imágenes y dispone de una aplicación separada.
En un esfuerzo por obtener datos, X y xAI han fortalecido sus lazos corporativos después de su reciente fusión. La razón detrás de esta movida es clara: conseguir información para entrenar modelos de inteligencia artificial. Una red social propia brindaría a OpenAI la posibilidad de acceder a esta misma ventaja.
Y sobre la rentabilidad… Desde que OpenAI revolucionó el mundo de la inteligencia artificial al hacer su chatbot accesible para todo el público, han sucedido numerosas cosas. La startup alcanzó tal reconocimiento que motivó una «alerta roja» en Google, que se vio forzada a actuar para no rezagarse en esta nueva contienda.
Sin embargo, la situación ha cambiado. Google está introduciendo productos más robustos, acortando distancias e incluso superando a OpenAI en ciertos aspectos. Aunque la firma de Sam Altman sigue siendo la más reconocida, enfrenta una verdad incómoda: aún no se sostiene por sí sola y continúa consumiendo capital.
El desarrollo de una plataforma social podría ofrecer una solución a este desafío. No obstante, como se mencionó, las fuentes sugieren que este proyecto se encuentra en una etapa inicial y aún es incierto si llegará a materializarse. Lo que resulta evidente es que el sector tecnológico avanza a un ritmo cada vez más vertiginoso.