El Ministerio de Salud y Protección Social ha lanzado una campaña destinada a incentivar la vacunación de los colombianos contra la fiebre amarilla debido al reciente brote de esta enfermedad. Sin embargo, una entidad médica ha advertido que la vacunación no debe ser generalizada, ya que hay ciertas personas que no deberían recibir la dosis.
Hasta el 20 de abril, la fiebre amarilla ha provocado 79 fallecimientos en el país, de los cuales 23 han ocurrido en el departamento de Tolima, donde se han reportado la mayoría de los casos, alcanzando un total de 61 hasta esa fecha.
¿Quiénes no deberían vacunarse de la fiebre amarilla?
A pesar de reiterar la importancia de la vacunación como un recurso esencial para proteger la salud, la Asociación Colombiana de Reumatología (Asoreuma) ha indicado que es «esencial aclarar que la vacuna contra la fiebre amarilla NO es recomendada para pacientes con enfermedades reumatológicas que estén recibiendo tratamientos con inmunosupresores».
La Asociación añadió: «La vacuna de fiebre amarilla utiliza un virus vivo atenuado. En aquellos pacientes con inmunosupresión, este virus podría provocar una infección que en lugar de brindar la protección deseada».
Por esta razón, se les aconseja a los pacientes que «siempre consulten a su médico antes de contemplar cualquier vacunación. La guía por parte del reumatólogo tratante es vital para salvaguardar su salud de una manera segura».
Otros grupos de personas que deberían evitar la vacunación contra la fiebre amarilla
La Secretaría de Salud de Bogotá ha publicado una lista de individuos que tienen ciertas condiciones y que no deberían vacunarse contra la fiebre amarilla:
Aquellos con inmunodeficiencias, ya sean congénitas o adquiridas, como antecedentes de timectomía, leucemia, linfomas, procesos neoplásicos, o aquellos que han estado bajo tratamientos prolongados de corticosteroides, antineoplásicos o radioterapia, así como quienes son positivos para VIH.
Personas que presenten una alergia severa a la proteína del huevo; en caso de recibir la vacuna, podrían experimentar urticaria, erupciones cutáneas y ataques de bronquitis asmática (un caso por cada millón).
- Quienes han tenido una reacción anafiláctica previa a la aplicación de la vacuna.
- Aquellos que hayan recibido vacunas para cólera o fiebre tifoidea en las tres semanas anteriores.
- Mujeres embarazadas y lactantes, durante el primer año de vida del bebé.
- Individuos con trastornos del timo o con inmunodeficiencias severas.
- Personas mayores de 60 años.
- No se deben administrarse las vacunas para fiebre amarilla y cólera de manera simultánea.
- La presencia de una enfermedad febril aguda.